Geocharlas

Viajaremos al nacimiento de la Tierra, una enorme bola de fuego que se va enfriando lentamente, hasta quedar cubierta por océanos muy diferentes a los que conocemos actualmente.

Un cambio radical marca el comienzo de una nueva Era, la de los artrópodos. En un planeta cada vez más dinámico, la vida se hace más compleja y aparecen organismos más resistentes que dominan los océanos.

Pasearemos por pantanos habitados por plantas gigantes e insectos enormes, donde encontraremos a nuestros antepasados de cuatro patas. Y seremos testigos de la mayor extinción masiva en los últimos 500 millones de años.

Visitaremos un ambiente tropical donde los grandes reptiles dominan por tierra, mar y aire. Pero un gran impacto está decidido a ponerle un punto final explosivo.

Seremos testigos de la configuración actual de nuestro planeta, mientras paseamos por sabanas y enormes lagos desarrollados en lugares insospechados.

Analizaremos, desde el punto de vista geológico, cómo los seres humanos interaccionamos con nuestro planeta y hasta qué punto podemos llegar a alterar los ciclos climáticos naturales.

Las condiciones son las adecuadas para producirse una de las mayores revoluciones de nuestro planeta, la aparición de la vida. Descubriremos cómo se desarrollan esas primeras formas orgánicas en los océanos primitivos.

La evolución nunca es fácil. Cambios en el clima, en la circulación oceánica y en la disposición de los continentes pusieron trabas en el camino. Pero no frenaron la conquista de la tierra firme.

Conoceremos el nacimiento de una nueva Era, la de los reptiles. En un mundo diferente al anterior, la vida se recupera y la evolución continúa, aunque con algún tropiezo.

Los convulsos cambios dan lugar al comienzo de nuestra última Era, dominada por los mamíferos. Aunque este mundo aún se parece poco al que conocemos hoy en día.

Entraremos en el último periodo de nuestra historia, en el que vivimos actualmente. Veremos cómo se suceden momentos cálidos y fríos, con ascensos y descensos del nivel marino, que determinan nuestra propia evolución como especie.